jueves, 7 de octubre de 2010

ANUNCIAR A CRISTO ES EL MAYOR COMPROMISO DEL CRISTIANO

Anunciar a Cristo es uno de los compromisos más urgentes que tenemos
como bautizados


Que los enemigos de la religión católica obstaculicen, marginen o
censuren artículos o programas católicos resulta comprensible aunque
injusto. En ocasiones el odio a la Iglesia llega a extremos de
intolerancia que ni siquiera Voltaire aceptaría.


Pero que haya entre los mismos católicos quienes, por una mal
entendida prudencia, tengan miedo de enseñar su fe, e impidan a sus
mismos hermanos en la fe la publicación o difusión de la doctrina
católica, es algo que causa pena y confusión.


Es cierto que hay que ser prudentes como serpientes y sencillos como
palomas (cf. Mt 10,16). Es cierto también que escribir un artículo
“muy católico” puede asustar a algunos lectores, provocar reacciones
de rechazo, incluso cerrar puertas de comunicación que hasta ahora
permanecían abiertas. Es cierto que hay que ir poco a poco, pues
presentar la propia fe de modo inadecuado provoca en algunos actitudes
de rechazo en vez de ayudar a las personas a un sereno encuentro con
Cristo.


Si lo anterior es verdad, también lo es que hay que subir a las
terrazas y predicar las enseñanzas de Cristo con valor y confianza,
pues no se enciende la luz para esconderla, sino para que brille e
ilumine (cf. Mt 5,14-16).


El Maestro pidió a sus discípulos (también a nosotros) que
anunciásemos la Buena Noticia, el Evangelio, a todo el mundo (cf. Mc
16,15). No podemos guardarlo escondido por miedo a quienes hostigan
sin cesar el gran don de la salvación.


Es Cristo mismo el que nos invita, nos lanza, nos acompaña. Es Cristo
el que desea reunir a todos los hombres para que haya un solo rebaño y
un solo pastor (cf. Jn 10,14-16). Es Cristo el que desea que nadie se
pierda, que todos puedan llegar a la gran fiesta de los cielos (cf. Mt
18,14).


Por eso anunciar a Cristo, en todos los areópagos, en la prensa o en
internet, en la televisión o en la radio, en las conversaciones de
cada día o en el trabajo, es uno de los compromisos más urgentes que
tenemos como bautizados.


Cada católico puede apropiarse, en la medida de sus posibilidades, las
palabras que el Papa Pablo VI dijo en Manila el 29 de noviembre de
1970:


“Yo soy Apóstol y Testigo. Cuanto más lejana está la meta, cuanto más
difícil es el mandato, con tanta mayor vehemencia nos apremia el amor.
Debo predicar su nombre: Jesucristo es el Mesías, el Hijo de Dios
Vivo; Él es quien nos ha revelado al Dios Invisible, Él es el
primogénito de toda criatura, y todo se mantiene en Él. Él es también
el Maestro y Redentor de los hombres; Él nació, murió y resucitó por
nosotros”.


¿Por qué esa urgencia de predicar a Cristo? Benedicto XVI quiso dar
una respuesta en su viaje a Fátima, Portugal (13 de mayo de 2010):


“Verdaderamente, los tiempos en que vivimos exigen una nueva fuerza
misionera en los cristianos, llamados a formar un laicado maduro,
identificado con la Iglesia, solidario con la compleja transformación
del mundo. Se necesitan auténticos testigos de Jesucristo,
especialmente en aquellos ambientes humanos donde el silencio de la fe
es más amplio y profundo: entre los políticos, intelectuales,
profesionales de los medios de comunicación, que profesan y promueven
una propuesta monocultural, desdeñando la dimensión religiosa y
contemplativa de la vida. En dichos ámbitos, hay muchos creyentes que
se avergüenzan y dan una mano al secularismo, que levanta barreras a
la inspiración cristiana”.


Más allá de cualquier censura, venga de los enemigos de Dios o de los
mismos creyentes que tienen miedo a las críticas del mundo, podemos
hacer nuestro el empuje misionero de san Pablo: “Predicar el Evangelio
no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me
incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1Co 9,16-17).


Sí: tenemos que predicar el Evangelio con urgencia, por amor a Cristo
y por amor a tantos hombres que lo necesitan y lo esperan en un mundo
cada día más hambriento de esperanza y de misericordia.

SONRIE....DIOS...TE....AMA

1 comentario:

  1. ESTAMOS RECIBIENDO EL Nº170 DE LA REVISTA MES OCTUBRE 2010 DEL MOVIMIENTO DE VIDA ASCENDENTE.
    MOVIMIENTOS DE APOSTOLADO SEGLAR DE JUBILADOS Y MAYORES.
    y NOS HA CAUSADO UNA INMENSA ALEGRIA...PUES MIENTRAS UNAS PUERTAS DE LA IGLESIA SE NOS CIERRA, LAS PUERTAS DE LA IGLESIA DE EL SALVADOR MALAGA Y SE NOS ECHA A LA CALLE O COMO ES EL ARCIPRESTAZGO DE SAN PATRICIO QUE SIGUIENDO EL "" CORPORATIVISMO PARROQUIAL "" NOS NIEGA HASTA LOS SALONES PARROQUIALES Y LA ASISTENCIA COMO ENFERMOS -INVALIDOS NEGANDONOS EL AUXILIO SACRAMENTAL DE CONFESION Y EUCARISTIA..Y UNCION A LOS ENFERMOS... OTRAS SE ABREN COMO HAN SIDO LA DE LOS CATEQUISTAS-ANIMADORES DEL GRUPO CRISTO RESUCITADO QUE ABRIERON SU HOGAR PARA QUE LOS MAYORES DE EDAD PODAMOS REUNIRNOS Y TENER NUESTRAS CATEQUECIS Y CONVIVENCIAS.....Y CON LA SONRISA EN EL CORAZÓN ES EL CENTRO DE JUBILADOS DE PUERTA BLANCA QUIENES NOS ABREN AHORA SUS SALONES PARA NUESTRAS REUNIOES.
    ESTOS SON LOS RENGLONES TORCIDOS CON LOS QUE ESCRIBE DIOS.
    Y DECIA QUE HOY ES DIA DE ALEGRIA CUANDO NOS VEMOS FOTOGRAFIADOS EN CASA DE LOS CATEQUISTAS
    Y EL DECIRNOS QUE LAS ORACIONES DEL TODO EL MOVIMIENTO DE VIDA ASCENDENTE DE ESPAÑA ESTAN CON NOSOTROS POBRES NECESITADOS-ENFERMOS-MAYORES GRUPO CRISTO RESUCITADO Y NOS INVITAN A SEGUIR SONRIENDO ANTE LAS GOTERAS DE NUESTRA EDAD.
    Y TERMINO CON LAS PALABRAS QUE NOS DEDICA EL OBISPO DE OSMA-SORIA:ESTAR JUBILADO DEL TRABAJO NO PUEDE SER,DE NINGUNA MANERA ESTAR JUBILADO DE LA VIDA.LA VIDA SIGUE ESPERANDO MUCHO DE LOS MAYORES,DEDICAD VUESTRO TIEMPO A AQUELLO QUE DIOS,LA IGLESIA Y LA SOCIEDAD Y LA FAMILIA NECESITA Y ESPERA DE VOSOTROS.QUE ASI SEA.
    GRACIAS SR. OBISPO....GRACIAS VIDA ASCENDENTE DE ESPAÑA......ESTAMOS EN COMUNION CON TODA ESPAÑA....DONDEQUIERA QUE HAYA MAYORES-ENFERMOS Y CON GOTERAS DE LA VIDA.

    SONRIE SOY MANOLO....DIOS NOS AMA

    ResponderEliminar